Es cuestión de técnica, no de intuición... lo importante de su enseñanza en terapia psicoanalítica.




"Hemos querido hacer una apuesta (...) ¿Es posible enseñar la teoría psicoanalítica como analistas? ¿Es posible hacer pasar a la enseñanza y al estudio algo incluso de la exigencia que presidió el descubrimiento (del inconsciente del mismo Freud)? Por mi parte, estar aquí significa que no renuncio a aproximarme a esta perspectiva: una enseñanza psicoanalítica del psicoanálisis." 
Jean Laplanche . La Angustia en la Neurosis.  18/11/1970.

       Iniciar la experiencia de atender un paciente nuevo, con sus angustias, necesidades y sufrimientos, no es una empresa fácil. Requiere de habilidades y de buen olfato clínico, pero también de una preparación previa que permita al terapeuta / analista tener los conocimientos necesarios para conducir el tratamiento de la manera más exitosa posible. 

       En la clínica psicoanalítica, el tradicional <Método Eitington>  utilizado por la mayoría de los Institutos de las Sociedades y Asociaciones IPA a nivel mundial basa el entrenamiento de sus Candidatos en seminarios teórico-técnicos, supervisión clínica oficial y análisis didáctico, como una manera de abarcar desde todas las aristas posibles, las diferentes áreas de formación profesional; esto implica el conocimiento teórico de las distintas posturas psicoanalíticas, la revisión personal profunda y el chequeo constante del trabajo del profesional con sus casos, donde se tiene en cuenta la adecuada conducción de los mismos y el empleo de la técnica. 

       En lo personal, considero muy útil la existencia de este trípode en los diferentes niveles de entrenamiento clínico de los terapeutas de corte dinámico, y no sólo en la formación oficial de psicoanalistas.  Es decir, su empleo, en niveles de formación académica como pre grado (avanzado) y postgrado debe existir y mantenerse, pues es una manera adecuada de garantizar la buena formación del clínico.  Sin embargo, veo con preocupación la presencia de dos problemáticas fundamentales del perfil de los psicólogos que egresan de nuestras universidades y donde si bien no es un requisito obligatorio mantener este sistema de enseñanza, es posible ver importantes fallas aún dentro de sub especializaciones o menciones que siguen fielmente un corte psicodinámico. Estos son 1) la poca concurrencia de los estudiantes a revisión personal al no ser un requisito obligatorio previo al egreso  de la licenciatura y 2) la abundante carga de conocimientos teóricos (incluso sobre psicoanálisis) y de evaluación psicológica, que contrastan con el escaso nivel de entrenamiento en técnica de psicoterapia. 

        Sobre el primer problema se requeriría una disertación aparte... pues resulta un hecho que para poder ver en los demás diferentes problemáticas sin que estas nos afecten resulta fundamental haberlas trabajado primero en nosotros mismos, haber elaborado temores y angustias para poder mantener distancia al escucharles y no contaminarnos con el material del paciente. Además que la atención de una persona que demanda nuestros servicios,  implica un acto plenamente ético, y concurrir a una sesión donde atendemos a otra persona sin previamente haber pasado por la experiencia de habernos hecho atender, cuanto menos, parece un acto de <hipocresía profesional> y una falta importante desde la ética... para mí, a la par de utilizar una prueba psicológica sin habernos entrenado en su uso... 

       Sobre el segundo problema, el escaso entrenamiento en teoría de la técnica, pareciera estar quedando un vacío que los mismos estudiantes resienten y comentan... muchas veces incluso inician la atención de pacientes en sus prácticas clínicas y pareciera que las intervenciones son guiadas únicamente por la intuición... como si el hecho de ser psicólogos o de estar en entrenamiento para ello implicara una especie de unción divina que permitiese saber escuchar y saber intervenir... sin que nadie lo explicara. ¿Es que acaso una intervención no tiene el mismo carácter de relevancia que la adecuada administración de un test? ¿O será que se delega la enseñanza de la técnica única y exclusivamente en la función del supervisor? Pareciera que además de ello, sólo mediante  materias electivas constituidas en función de esto, y la relativa poca información sobre aspectos técnicos que se brinda en clases obligatorias, es que se adquieren algunos conocimientos mínimos relacionados a qué hacer y cómo hacer con los pacientes. 

       Del resto, el aspecto técnico pareciera quedar a la deriva y sólo ser aprendido mediante supervisiones privadas, grupos de estudio, seminarios que se ocupan de su enseñanza y diplomados especializados que se dan en Sociedades y Asociaciones psicoanalíticas. Sin embargo, el número de estudiantes y egresados que logra acceder a ellos es mínimo en comparación a la cantidad de psicólogos que se gradúa pretendiendo iniciar pronto una práctica terapéutica profesional, que se supone, será de calidad. 

       A nivel de postgrado en Psicología Clínica, y pareciera ser una norma general, existe mayor exigencia al momento de realizar la admisión sobre el requisito de la psicoterapia o el análisis personal, y dependiendo el pensum se le da más o menos importancia a los elementos técnicos. En algunos casos, hay materias que específicamente van dirigidas al entrenamiento de la técnica, pero de nuevo, el mayor peso recae en las supervisiones clínicas y otros recursos externos complementarios, como los ya nombrados, que permiten que el cursante se forme adecuadamente en el área. 

       Afortunadamente, dentro de la literatura psicoanalítica existen múltiples obras que se basan en la enseñanza de la técnica. Algunos de los autores que han desarrollado extraordinarios materiales... casi si se quiere manuales al respecto a lo largo de diferentes épocas son Henrich Racker, Horacio Etchegoyen, Joan Coderch, Héctor Fiorini, Eduardo Braier, Joseph Sandler, Ralph Greenson, Thoma y Kachele, entre muchos otros que se han convertido en guías de cabecera en el estudio y la enseñanza de la psicoterapia y el psicoanálisis. Por ello, materiales para el estudio de la técnica en terapia psicoanalítica existen suficientes (independientemente del nivel de formación) y siempre con la posibilidad de contrastar opiniones y profundizar más. Considero que su estudio debe ser difundido a todo nivel donde el profesional requiera por las mismas exigencias del pensum atender pacientes y su lectura no debe quedar relegada solamente a las formaciones oficiales de psicoanalistas ni a diplomados especializados en el área de la psicoterapia psicoanalítica. Una mayor difusión de este tipo de conocimientos en la técnica, desde el mismo pregrado, garantiza un mejor manejo clínico de los profesionales con sus pacientes y por ende una mejor conducción de los casos y mayores probabilidades de éxito terapéutico... 

       A fin de cuentas, debe tenerse claro que toda intervención que el terapeuta realiza en sesión debe tener una determinada intención... sea la de obtener más información, relanzar a la asociación libre, o intentar comunicar un mensaje sobre el paciente mismo... debe saberse escuchar, así como intervenir, y no hablar por hablar o comentar por comentar...   sin embargo para lograrlo, debe hacerse énfasis en su enseñanza, por ello afirmo que es cuestión de técnica, no de intuición... 

       Pasemos pues a divulgar y mantener una enseñanza psicoanalítica, pero también académica de la técnica e insistamos en ella... creo sin duda, y retomando a Laplanche, que es otra apuesta que vale la pena realizar.  

Comentarios

  1. Muy interesante tu aportación, y es que como estudiantes aveces ya ni siquiera la teoría completa recibimos. Hoy en día los planes de estudios de la mayoría de las Universidades están "raquiticos" y nos dejan mucho que desear, desear aprender y aprehender claro.
    Ojalá que se mejore el apoyo en la técnica.

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